RENOVACIÓN Y CAMBIO ANTE ESTE PRIMERO DE MAYO

UN PRIMERO DE MAYO DIFERENTE

Este no es un 1º de Mayo más porque se dan tres circunstancias particulares: es el último del período gubernamental del partido político que el PIT-CNT entiende más favorable a sus intereses, antes del cambio de gobierno; hay elecciones internas de los partidos políticos en dos meses; el país empieza a ver algunos signos de la crisis y su reflejo en las condiciones laborales y el empleo.

No deja de ser una ocasión particularmente favorable para que todos, y en especial los trabajadores agremiados, pensemos en el país, en cómo enfrentamos las circunstancias internacionales adversas y cómo, además, construimos colectivamente el bienestar de todos.

En primer lugar todos los partidos políticos grandes han pasado por el gobierno y eso tiene significación porque ahora se sabe por sus representantes que no es lo mismo gobernar que oponerse. Los partidos políticos todos han debido enfrentar intereses sectoriales, de trabajadores, empresariales o de otras corporaciones también poderosas y se han encontrado con la necesidad de negarse a aceptar sus planteos porque priorizaron un proyecto y un plan de gobierno que requería contemplar en primer lugar otros intereses más generales; y han sentido lo que para ellos fue la incomprensión de sus propios votantes, agrupados ahora por sectores de interés. Han debido tomar medidas que no eran previsibles cuando se pensaba el gobierno con la óptica de la resistencia y no de la administración. Los sectores representativos de intereses sociales, políticos o económicos – y las organizaciones sindicales en primer lugar – saben que los intereses sectoriales no se corresponden con lo que está dispuesto a hacer un gobernante del propio partido, y que ello, por otra parte, genera disidencias y enfrentamiento entre los propios sindicalistas o dirigentes del sector de que se trate (asociaciones rurales, industriales, exportadoras, cooperativas, sindicales o lo que fueren). En tales circunstancias es bueno decir, como lo hacemos hoy, que están dadas condiciones muy favorables para un acuerdo cierto y no demagógico y electorero, de carácter nacional, con participación de partidos políticos y organizaciones sociales representativas de intereses variados. Sabemos que es necesario gobernar este país y que tenemos que hacerlo con el apoyo de todos porque es posible que el próximo gobierno no tenga las mayorías que tuvo éste y que no sólo eso agrava la situación sino también lo hacen las restricciones que sufriremos como consecuencia de la crisis que muestra la economía de los países centrales.

En segundo lugar hay problemas sociales que requieren de la voluntad colectiva y de inteligencia y obrar comunes para resolverlos, lo que no va a ser posible en el corto plazo. La fractura social que vive nuestra sociedad, con un gran sector que vive en condiciones inaceptables para cualquier sensibilidad mediana y que ha adoptado ya una cultura contradictoria con la todavía mayoritaria; con serias carencias que no resisten una acción parcial sino que requieren una operación a fondo que atienda los temas generales de la seguridad, del empleo, de la educación y la enseñanza adecuada para una vida de trabajo y disfrute de sus resultados, de la salud, de la vivienda. Problemas que necesitan la voluntad colectiva de la sociedad, involucrada además a fondo en su solución y no planteos extemporáneos de resolverlos apelando a medidas extremas y poco aceptables en cuanto a la valoración de la condición humana y el respeto a la misma.

En tercer lugar hay situaciones diversas entre quienes compartimos este suelo, incluso entre los propios trabajadores que tienen condiciones salariales, de empleo y posteriormente jubilatorias tan disímiles que van desde el privilegio hasta la obligada indigencia. Y es en esa realidad que tenemos que actuar para atender la situación que antes referíamos.

Desde el sector RENOVACIÓN Y CAMBIO del Partido Colorado, que apoya la candidatura presidencial del Dr. Daniel Lamas, proponemos que ese Acuerdo Nacional imprescindible parta de una base sólida: tiene que estar aseguradas todas las prestaciones sociales necesarias para asegurar que el país funcione y que quienes lo habitamos lo hagamos en condiciones de mínima decencia. Es decir, garanticemos sueldos, jubilaciones y prestaciones sociales, atención de los sectores que requieren de la intervención del estado porque no pueden vivir sin su expresa acción. Pero hagámoslo ya, pasadas apenas las elecciones internas y antes de que “se le vean las patas a la sota” porque después, entrados ya en el juego del poder con los partidos con sus candidatos definidos y alguno de ellos como favorito va a ser muy difícil lograr acuerdos estables.

La grandeza no es privilegio de ningún partido, ni sector social, económico, cultural o de cualquier naturaleza. Es una condición humana que aflora cuando se dan grandes desastres que encogen el alma, muchas veces cuando es tarde y nos enfrentamos a las consecuencias horribles de nuestra inexcusable falta de previsión.

Por eso la ocasión de este 1º de Mayo es ideal para tratar este tema, ya que los trabajadores tienen que ocupar un lugar prioritario en la definición de esta posibilidad propuesta. Habrá que jerarquizar valores y reclamos de carácter económico y de mejoras en otras área de unos ante los otros, y eso que tendrán que considerar empresarios y también gobernantes que muchas veces se pierden en la subconsciente priorización de sus propios intereses, es momento en que quienes constituyen la inmensa mayoría del país lo asuman y tomen con calor como propio.

El interés colectivo es un valor que tenemos que proteger todos y para ello es necesario formar en primera fila para defenderlo.

Cuando ese interés colectivo depende, como ahora, de la atención que podamos darle para que exista equidad en el país, a sectores marginales que en muchos casos no tienen hábitos de trabajo ni cultura de organización social como la que conocemos quienes estamos ante ellos en una situación de bienestar, es bueno dirigirse a quienes tienen mucho que aportar para solucionar el tema, como el movimiento obrero organizado, con las palabras con que Batlle y Ordóñez se refería a los reclamos obreros de su época, durante la segunda presidencia: Hay que esperar que estos males crezcan para ocuparse de ellos? ¿O, al contrario, debemos preocuparnos de solucionar todos los problemas de la vida nacional, sin exceptuar los que se refieren a las clases más numerosas...? Plantear la cuestión es resolverla. Y efectuaremos la obra, por lo mismo que el mal será atacado antes que se desarrolle, sin el apuro angustioso de otras naciones populosas y sin el gasto de fuerzas que exige – a veces – sin ellas

En ocasión de hacer este llamado a los sindicalistas y trabajadores, y extenderlo a todos los sectores de la vida nacional, celebremos este día junto a los trabajadores del país, sus organizaciones sindicales y el PIT- CNT.-

RENOVACIÓN Y CAMBIO