miércoles, 13 de mayo de 2009

EL GOBIERNO REDISTRIBUYE EL INGRESO...¡MAL!

BAJA LA PARTICIPACIÓN DE LOS MÁS POBRES Y DE LA CLASE MEDIA

La prensa ha informado ampliamente de la exhortación que la Organización de las Naciones Unidas ha realizado a Uruguay en el Examen Periódico Universal (EPU), que es un nuevo mecanismo de control convocado por el Consejo Universal de Derechos Humanos de la ONU, a que termine con la desigualdad que sufren las mujeres.

La situación de los derechos humanos en Uruguay fue informada en esta instancia por la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura y presentada por la delegación encabezada por el Canciller Dr. Gonzalo Fernández.

El resultado de su presentación contrasta con lo anunciado por la prensa en ocasión del evento en el que se dio a conocer el informe en el ámbito nacional. En la oportunidad leímos titulares que anunciaban que el gasto público en promoción de derechos humanos había crecido en cifras del orden que iban del 58 al 75% según la fuente consultada.

Es interesante mirar un poco más de cerca este documento. Lo que expresa en realidad, y más allá de entrar en consideraciones de si la observación de EPU es pertinente o no, es que el gobierno ha fracasado en su política no sólo de promoción de derechos de determinados sectores, sino de la solidaridad social en general.

Las cifras muestran que la distribución del ingreso en Uruguay no sólo no ha mejorado, sino que ha empeorado. La participación del 20% más pobre, lo que técnicamente se conoce como primer quintil, y del segundo 20% que le sigue en orden de ingresos, ha perdido terreno. Su participación en la distribución ha bajado en conjunto 0.7 puntos porcentuales. Como lo que podríamos denominar clase media baja y clase media alta también perdieron, más la primera que la segunda, durante estos años de gobierno del Amplio Frente Amplio en cifras 2004-2007, el gran beneficiado fue el 20% más rico, ganando 1,5 puntos porcentuales.

Comparando con los años de crisis económica más profunda, es decir 2002-2004, que puede hacerse relacionando el año 2007 con cada uno de estos años o con su promedio, la situación actual en términos de distribución del ingreso sólo es mejor para el 20% más rico de los uruguayos. El actual gobierno no sólo no mejoró la distribución del ingreso revirtiendo la situación de los años de crisis considerada en su mayor extensión, es decir 1998-2003, sino que la empeoró en comparación a los años más duros en términos económicos.

El mismo informe muestra cómo el índice Gini, -medida internacionalmente utilizada para evaluar el grado de desigualdad-, revela valores que denotan que Uruguay está en el mayor grado de desigualdad social desde 1986.

En un seminario reciente con presencia del Ministro de Economía, economistas del Instituto de Economía de la Universidad de la República resaltaban el hecho de que la desigualdad persistía en Uruguay, expresión muy generosa frente a la realidad que hemos esbozado, y que aunque seguía siendo el país de la región que mejores índices presentaba, sus vecinos había mejorado en vez de empeorar.

Se gastó más, como bien anunció la prensa. ¡Chocolate por la noticia! En un contexto internacional excepcionalmente bueno es fácil aumentar el gasto. La cuestión es que los resultados medibles demuestran que al fracaso del slogan Uruguay Productivo se le suma la incapacidad del gobierno de generar más solidaridad social aún contando con recursos que pocos gobiernos han tenido en la historia del país. No sólo dilapida el dinero sino que está en vías de perder parte de la herencia que recibió como el país más igualitario de la región.

La fractura social puede que no adquiera ribetes trágicos en momentos de abundancia presupuestal. Las altas tasas de crecimiento pueden ocultar esta realidad que quedará en evidencia sin embargo en momentos de reversión del la situación económica que el país tendrá que afrontar. País en el que las diferencias sociales se han ahondado a pesar del discurso oficial.

Econ. Tabaré Vera

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